Spiderman Homecoming es la primera película individual del personaje dentro del universo cinematográfico de Marvel, está co-escrita y dirigida por John Watts y protagonizada por Tom Holland, Michael Keaton, Marisa Tomei, John Favreau, Robert Downey Jr, Zendaya, entre otros.
La historia se centra en el regreso de Peter Parker a su vida normal en Queens luego de los sucesos narrados en Civil War, donde combinará su vida en la escuela con sus deberes como Spiderman, todo bajo la tutela de Tony Stark, quien se asegurará de que no meta la pata. Las cosas se complican cuando Spiderman comienza a tener encuentros con una banda criminal que posee tecnología extraída de la batalla de NY, Peter tomará esta situación como un reto que pruebe su valía para convertirse en un Avenger.
Como ya es costumbre en el MCU, el título de la película no refleja ni remotamente a su contraparte del cómic, por lo que aquí tenemos una historia casi completamente original. Se ha tomado un respiro de todo el concepto de los personajes que se habían introducido en películas pasadas de Spiderman y se opta por explorar otras posibilidades, lo cual se siente un tanto extraño pero no deja de ser una idea acertada. Entendiendo el reto creativo que representa integrar a un personaje tan icónico a un universo ya establecido, el equipo creativo ha realizado un trabajo descomunalmente bueno, especialmente en la manera de enlazar al villano con los sucesos ocurridos en pasadas películas, lo cual hace que tenga más fuerza como personaje.
Muchas personas han manifestado que la narrativa de la historia cambia abruptamente de ritmo algunas veces, si bien podría decirse que es cierto, no resulta un tema completamente negativo ya que esas pausas ayudan a generar un mayor conocimiento y empatía de la audiencia no sólo hacía Spiderman, sino a varios personajes. Además de que no afectan el entretenimiento de la audiencia al no ser escenas aburridas.
El personaje de Peter Parker/Spiderman es explorado como nunca en esta película. Podemos ver muchísimas escenas de él en la escuela, lo que ayuda a mostrar mejor un lado que por años se pedía incluir y, apoyado con personajes secundarios muy bien escritos, se vuelven secuencias muy divertidas. Por el lado de Spiderman, se logra adaptar acertadamente a un héroe inexperto, con preocupaciones y miedos pero con una gran valentía que lo impulsa a salir adelante. Refleja también mucho de los conflictos internos que el personaje ha vivido en los cómics al tener que sacrificar su vida personal por ser un héroe. También se exploran un poco de su ideología y valores, mismas que apenas se están forjando y lograrán hacerlo un gran héroe. Como la tercera adaptación del personaje no puedo asegurar que sea la mejor, pero sin duda es la más completa.
Una de la cosas más positivas de la película es el villano. Si bien no podría catalogarlo como el mejor de todo el MCU, tiene algunos detalles de los cuales muchos otros villanos dentro de este mismo universo carecen: un trasfondo sólido, una motivación humanamente realista y un desarrollo muy bien estructurado. Michael Keaton hace un trabajo muy bueno interpretando a Adrian Toomes/El Buitre, su actuación es expuesta en escenarios muy interesantes a lo largo de la trama y en todos sale muy bien parado. Este es el camino que Marvel debe seguir con sus villanos.
El CGI en esta película es muy bueno. La escena del avión, misma que se ha visto en muchos trailers, se realizó completamente en pantalla verde y el realismo que logran darle sólo con efectos especiales es impresionante. El trabajo con el CGI en el traje del villano y el mismo spiderman también es muy bueno, se sienten bastante bien integrados al entorno real y la fluidez de la animación nunca se pierde, especialmente durante las escenas de pelea.
La comedia es algo que ha caracterizado a los dos intentos de Sony por adaptar a Spiderman. En la primera trilogía, la incidencia cómica varió con cada película, teniendo su mejor exposición en la segunda entrega pero, en términos generales, la tonalidad seria en las películas de Raimi hacían que se sintiese un tanto fuera de lugar. En su segundo intento con TAS, esta se postró mucho en los hombros de Spiderman pero sin llegar a tener mucho éxito. En Homecoming, la comedia parte desde cada personaje, se forma a partir de las características y actitudes de los mismos, haciendo que todo sea mucho más natural, menos forzado y más gracioso.
La música es un aspecto que hay que tomar mucho en cuenta a la hora de hacer una película de super héroes, ya que la epicidad de la misma depende mucho de este rubro. Michael Giacchino, uno de los mejores compositores en la actualidad, ha cumplido. El tema principal es muy emocionante y se acopla bien a la película, sin embargo no llega a ser tan épico como los de Danny Elfman o el de James Horner en TAS.
Quizá el gran fallo de esta película es la ausencia de una batalla final épica, ya que la presentada en esta cinta se siente apresurada y sin mucha profundidad en la coreografía como se había visto en, por lo menos, cuatro de las cinco películas anteriores del personaje. Esto pudiera estar justificado con la inexperiencia del personaje de Spiderman, pero es un aspecto que es difícil de ignorar.
En conclusión, el regreso del Hombre Araña a Marvel ha sido un éxito. Una película divertida con un buen villano y un desarrollo inigualable. Por fin hay un perfecto balance entre un buen Peter Parker y un buen Spiderman. La estructura narrativa pudo no haber sido la mejor, pero en ningún momento aburre y es una garantía de frescura con el sello Marvel.
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