Transfromers: El Ultimo Caballero es la quinta película de la saga iniciada hace diez años. Nuevamente dirigida por Michael Bay y protagonizada por Malk Wahlberg, además de incluir las actuaciones de Isabela Moner, Laura Haddock, Stanley Tucci y Anthony Hopkins. La película sigue con la línea argumental que dejó la última entrega y relata como los transformers se esconden ante una cacería en su contra por parte de una nueva organización que los califica como amenaza, todo a la vez que un nuevo enemigo se aproxima desde el espacio.
Empecemos con las cosas buenas de la cinta, estas básicamente son dos: los efectos especiales y la música. Como siempre, transformers entrega efectos de primer nivel, tan cercanos a la realidad que no se pierden entre las imágenes filmadas. Este aspecto es lo que siempre se le puede aplaudir a una película de transformers porque llegan a ser incluso innovadores en crear imágenes digitales.
La música, compuesta por Steve Jablonsky, es épica. Básicamente es la misma que las primeras entregas pero con unas pequeñas modificaciones que la mejoran. Lastimosamente la epicidad de la música no ayuda mucho a crear una mejor película.
Los aspectos restantes de la película son basura. Las actuaciones son lamentables, Mark Wahlberg da pereza y hasta se nota poco empeño por parte de Anthony Hopkins. Probablemente lo único rescatable es Isabela Moner, pero es su primera super producción por lo cual es entendible su esfuerzo por hacer una buena actuación.
Un aspecto importante es la continuidad de la saga en general. En esta película se pasaron por el arco del triunfo varios acontecimientos y hechos de pasadas películas, haciendo que muchas cosas no tuvieran sentido. Uno de los casos más evidentes es que, en la pasada película, Megatron ya era Galvatron y aquí ya es Megatron de nuevo y no se toman la molestia de explicar por qué.
El trabajo de cámara es horrendo. Las secuencias de acción son un desastre en cuanto a continuidad, algunas veces no se puede saber con certeza que demonios está pasando en la película.
Los diálogos llegan a ser ridículos en ciertas escenas y, en otros casos, los intentos por hacer comedia en estos son penosos. Si se analiza bien el guión, pareciera que la película fue escrita por un par de chimpancés.
Podría seguir escribiendo sobre otros aspectos como que en la batalla final se arma un completo desastre y ni siquiera llegas a saber con certeza que es lo que pasó y hasta quienes murieron. O sobre la estupidez de no usar los dinobots que habían dado tanto dinero en la pasada película. Pero la verdad ni siquiera vale la pena.
La única manera en la que esta película podría ser remotamente disfrutable es viéndola con la idea de que es un enorme comercial de juguetes. Te va a gustar si disfrutas de ver robots peleando rodeados de explosiones con música épica de fondo y no te importa que lo demás sea una basura. Si no te gustan los transformers y de todos modos planeas ir a verla, es altamente recomendable que mejor tires tu dinero a un arrollo, te ahorras el dolor de trasero provocado por alrededor de dos horas y media sentado en la sala.
4
No hay comentarios:
Publicar un comentario