Extraordinario o “Wonder” por su
título en inglés, es la película basada en la novela de la escritora Raquel
Palacio, cuyo origen data de una experiencia personal que la marcó de por vida
al conocer a un niño con el síndrome de Treacher Collins, un problema genético
que causa malformaciones en el cráneo. Está protagonizada por Julia Roberts,
Owen Wilson, Jacob Tremblay e Izabela Vidovic. El director es Stephen Chbosky,
quien encontró la fama en 2012 como director de “The Perks of Being a
Wallflower”, película basada en el libro que él mismo escribió.
La película cuenta la historia de
Auggie Pullman (Jacob Tremblay), un niño nacido con el síndrome de Treacher
Collins. Después de una infancia marcada por múltiples cirugías, una educación
escolar impartida en casa por su propia madre Isabel (Julia Roberts) y del
apoyo constante de su padre Nate (Owen Wilson), Auggie tendrá que enfrentarse a
su primer año en una escuela normal, donde se tendrá que enfrentar a sus
propios miedos para hacer amigos y probarle a todos que su apariencia no es
impedimento para ser feliz.
Es muy común ver películas de esta
temática, las cuales siempre buscan tocar al espectador utilizando la lástima
que puede generar el ver a un niño enfermo, como sufre él y todos demás que lo
rodean. Al final pueden pasar dos cosas: el niño se muere y todos sus familiares
y amigos aprenden una lección valiosa o el niño se salva y vive feliz por
siempre. ¿Qué tienen en común estas películas? La base central del argumento es
la enfermedad y no tanto el personaje que la padece.
En “Wonder” hay un niño que tiene una
deformidad que compromete su salud pero que de cierto modo ya ha sido
controlada. Aquí no hay una enfermedad que impida que el niño se desarrolle
dentro de su historia, dentro del círculo social en el que vive, sino que el
verdadero problema son los prejuicios sociales y la misma confianza o
autoestima que él tiene. Esta premisa ayuda a que el personaje sea mejor
desarrollado y, otra cosa muy buena de la película, es que no sólo se enfoca en
el niño enfermo, sino también en todos las personajes que lo rodean.
La narrativa de la película es quizá
lo que más me gustó. Primero se enfoca en desarrollarte a Auggie con el más
lujo de detalle posible, incluyendo a las personas que lo rodean junto a una
introducción bastante breve pero eficaz para entender cuáles son los
comportamientos que estos tienen hacia el protagonista y su condición. Después,
conforme otros personajes se van involucrando de a poco a la historia central
que tiene a Auggie, la trama olvida al niño por unos minutos y se centra en
desarrollar ciertas sub tramas con otros personajes como protagonistas, mismas
que tienen su propio desenlace y, además de que te ayudan a entender las bases
emocionales por las cuales son movidos los personajes secundarios, estas abren
camino para que dichos personajes puedan actuar diferente más tarde en la cinta.
Las actuaciones son muy buenas. Julia
Roberts como la madre de Auggie es un papel que le cae como anillo al dedo ya
que es una actriz tiene mucha experiencia en papeles que trasmitan fuertes
sentimientos a través de diálogos, lágrimas e incluso miradas, las escenas más
conmovedoras la tienen a ella en pantalla. Owen Wilson es un actor cuya carrera
ha sido más reconocida en el ámbito cómico, sin embargo sus interpretaciones dramáticas siempre cumplen a
la perfección y esta no es la excepción. Por último, Jacob Tremblay reafirma,
una vez más, su gran momento como actor con una actuación muy convincente con
todo y un maquillaje muy bien logrado que lo hace irreconocible en pantalla.
“Extraordinario” vale completamente la
pena porque es una historia bastante positiva, que no abusa de momentos tristes
y los transforma de lleno en un mensaje de esperanza para los que tienen una
condición similar y comprensión a los que podamos encontrarnos a ese tipo de
personas. Además está apoyada por buenas actuaciones y una narrativa fluida que
evita generar el más mínimo aburrimiento en el espectador.
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