La forma del agua es la 10ma película
del mexicano Guillermo del Toro, está protagonizada por Sally Hawkins, Michael
Shannon, Doug Jones, Octavia Spencer, Richard Jenkins y Michael Stuhlbarg. La
película había estado en desarrollo desde el 2011 pero no fue hasta el 2016
cuando empezó su rodaje.
La película toma lugar en un
laboratorio gubernamental de EUA en alguna parte de los años 60 con la guerra
fría en pleno desarrollo. Relata la historia de amor entre un monstruo anfibio
proveniente de las amazonas (Doug Jones) y una encargada de limpieza muda llamada
Elisa (Sally Hawkins).
Esta película ha sido catalogada como
obra maestra y estoy seguro que esto se debe a que contiene tres elementos que
son fundamentalmente básicos en la elaboración de una cinta pero hacía mucho
tiempo no se desarrollaban de una manera tan excepcional dentro del género del
cine fantástico.
El primero de estos y quizá el más
evidente es la dirección. Guillermo del Toro siempre se ha cateterizado por
tener una gran habilidad para plasmar sus películas pero en pocas ocasiones
había tenido un material tan puro para demostrarla. En “La Forma del Agua” todo
lo que vemos en pantalla es hermoso, tiene el montaje, el vestuario, las
actuaciones y sobre todo, la narrativa para que la dirección se luzca.
Como segundo elemento importante y más
allá de la historia, hay que considerar la grandiosa narrativa con la que se
desarrolla. Y es que es una película que en ningún momento se pierde entre sub
tramas completamente innecesarias y tampoco comete el grotesco error de
presentar todo a modo de exposición. Es una película que te invita a caminar
junto a ella, a que descubras la historia y a sus mismos personajes por medio
de las acciones y sucesos en los cuales se ven envueltos cada uno de ellos.
La música es un elemento que no muchos
aprecian pero que sin embargo su presencia le añade un valor fundamental en el
impacto de una cinta. En esta ocasión, el francés Alexandre Desplat entrega,
sin exagerar, el mejor trabajo de su carrera. Basta simplemente escuchar la
música de entrada de la película para enamorarse por completo y si pones a
tención durante la película puedes encontrar piezas exquisitas que bien vale la
pena volver a escuchar.
Las actuaciones son muy buenas, si
bien no todos los personajes tienen el mismo grado de relevancia, la historia
le guarda a cada uno de ellos la oportunidad de brillar. Sally Hawkins supera
por mucho el reto de encarnar a una persona muda, lo que le da mucho peso a su
interpretación facial y corporal para poder transmitir lo que siente su
personaje, nada menos que una brillante interpretación. Octavia Spencer es Zelda, quien también es una
intendente del laboratorio, logra un trabajo bastante bueno a la altura de las
exigencias de una ganadora del oscar. Richard Jenkins, quien interpreta al
vecino de Elisa y completa este “círculo de confianza” de la protagonista, lo
hace bastante bien.
Como paréntesis, me gustó mucho como
juntaron a estos tres personajes que son, en su manera particular, marginados
por la sociedad y los hicieron una especie de trío que lucha por un bien común
y se apoyan entre sí.
Michael Stuhlbarg quien encarna a
Robert Hoffstetler fue uno de las grandes sorpresas para mí, es una actuación
muy bien lograda con un personaje muy completo que va evolucionando con la historia
y nos muestra el lado humano dentro de la hostilidad a la que pueden ser
sometidos algunos.
De Doug Jones, quien es el hombre anfibio,
no puedo decir mucho ya que está cubierto de prótesis y CGI más o menos bien
hecho. Ya ha tenido experiencia en otros papeles parecidos así que supongo que
lo hizo bien.
Por último, Michael Shannon no sólo es
excelente en su interpretación, el personaje del Coronel Strickland es de lo
mejor de la película. Es un villano intimidante, que si bien no tiene un
trasfondo de lo más completo, la trama se encarga en desarrollarlo
perfectamente con diálogos inteligentes, escenas que muestran su carácter y una
enorme carga de impacto en cada secuencia que lo tiene en escena.
El único pero que le pongo en la
película es que el origen del amor entre Elisa y la criatura anfibia no me
convenció del todo. En la película lanzan una explicación pero me pareció por demás
superficial. Creo que fue necesaria una mayor profundidad en el personaje de
Elisa tanto en su trasfondo como desarrollo para poder hacer el vínculo entre
ella y la criatura un poco más sólido. Sin embargo entiendo que el propósito de
la película es crear conexiones entre los personajes que logren hacer que el espectador
se sienta identificado con ellos por lo cual es crucial no meterse demasiado en
el desarrollo directo de los mismos personajes.
En conclusión, la forma del agua es
una película muy buena en todo apartado. Sin embargo no siento que la historia
sea de lo más revolucionaria como muchos la han llamado, aun así se disfruta
por su calidad visual y excelentes interpretaciones, sin mencionar la hermosa
música que adorna cada secuencia. Sin duda es recomendable y más porque muy
probablemente ya tiene dos óscares en la bolsa, el de mejor director y el de
mejor música (este último sería un robo si no se lo dan).
9,4
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