Kimetsu no Yaiba: Mugen Train está dirigida
por Haruo Sotozaki. La película relata la historia de Tanjiro, Inosuke y
Zenitsu, tres cazadores que forman parte del cuerpo de fuerzas especiales que
defienden al mundo de la amenaza de los demonios; Junto a la hermana de Tanjiro,
Nezuko, quien es un demonio poco convencional que no daña a los humanos, son
asignados a una peligrosa misión con el objetivo de poner fin a un demonio que
atormenta un tren. El equipo recibirá la ayuda de Kyojuro Rengoku, uno de los
cazadores con mayor rango en el cuerpo de cazadores.
Para empezar, hay que decir que esta
es una película muy significativa, se trata de la primera cinta animada que
logra romper los récords taquilleros que dejó la mítica serie de Dragon Ball
con sus múltiples películas estrenadas en este lado del mundo. Lo anterior es merecido,
ya que “Kimetsu No Yaiba” es una serie increíble, con personajes entrañables y
una historia muy interesante que pinta para terminar siendo una de las mejores
de esta generación.
A pesar de que la cinta hace un esfuerzo para que quienes no hayan visto la serie puedan seguir y entender la historia a la perfección, resulta complicado disfrutarla apropiadamente si no se cuenta con el contexto de los 26 episodios que anteceden esta historia. Lo anterior debido a que el entendimiento de la dinámica de los personajes principales depende mucho del desarrollo que tuvieron previamente, a la vez que existen dos personajes en especifico que requieren la introducción que tuvieron dentro de la serie para lograr ser comprendidos en su totalidad.
En otras películas de animaciones
japonesas famosas como Dragon Ball o Pokémon, se cuenta con la estrategia de
crear historias que, si bien requieren cierto contexto proveniente de sus
respectivas series, funcionan por sí mismas ya que cuentan una historia aislada
de los acontecimientos anteriores y por lo tanto resulta muy fácil de
comprender y disfrutar independientemente del nivel de seguimiento del
espectador. En “Kimetsu No Yaiba” tenemos una historia que funciona como secuela
directa de los acontecimientos de la primera temporada de la serie, lo que hace
que no tenga una introducción a una trama, sino que se sigue la ya establecida
anteriormente y esto genera conflictos a la hora de crear una forma adecuada
para narrar la historia.
La estructura narrativa de la cinta es
un tanto desastrosa y se siente más como si fuesen una serie de episodios
combinados que una película, ya que es fácil identificar los momentos climax de
cada episodio cada media hora de película. Además, está llena de altibajos y le
falta profundidad en algunas de sus situaciones, cosa que provoca oportunidades
perdidas para desarrollar mejor a algunos personajes dentro de la trama.
El villano de esta cinta tuvo una
introducción buenísima dentro del último episodio de la serie y esa situación llevó
a esperar a un formidable adversario para la cinta. Sin embargo, el resultado
es decepcionante. Además de ser un personaje plano y sin objetivos
convincentes, no se siente como una amenaza tan superior como para haberle dado
el antagonismo de un evento tan importante como lo es una película y al final
hasta es derrotado con cierta facilidad.
La ùltima media hora de la película se
siente una historia aparte y, aunque llega a tener secuencias bien logradas en
una emocionante pelea, es difícil ignorar que sólo busca generar un desenlace
emotivo para una película de careció del desarrollo propicio para un final de
esta naturaleza.
Si hay algo realmente bueno en esta película, sin duda es su animación. La calidad japonesa en estas producciones es bastante buena, pero en este caso destaca por sus colores, fluidez en las escenas de acción y efectos especiales que resaltan para dar una mayor vida a sus personajes y las situaciones en las que se desenvuelven.
Como conclusión, a pesar de sus fallos, “Kimetsu no Yaiba: Mugen Train” es una película entretenida. Con una historia realmente ligera y con una animación destacable que, sin duda alguna, se convierte en el principal atractivo de la obra. El disfrute de la misma depende en mayor medida a la familiaridad que el espectador tenga con los personajes y si realmente es fan de la serie. Sin embargo, hay un pequeño hueco para los fans de la animación, quienes encontrarán un deleite visual garantizado.
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