Ant-Man And The Wasp es la película
número veinte del universo cinematográfico de Marvel y secuela de Ant-Man
(2015). Está dirigida nuevamente por Peyton Reed y escrita por un nuevo equipo
comandado por Chris McKenna y que incluye a Paul Rudd, quien también
protagoniza la cinta. El resto del reparto lo completan Evangeline Lilly,
Michael Douglas, Michelle Pfeiffer, Michael Peña, Hannah John-Kamen, Laurence
Fishburne y Walton Goggins.
La historia se retoma después de los
sucesos de Civil War. Hank Pym (Douglas) y su hija Hope (Evangeline Lilly) han
desarrollado una nueva tecnología que les permite abrir un portal hacia el
reino cuántico, donde Janet (Michelle Pfeiffer), esposa de Hank y madre de
Hope, se encuentra atrapada. Pero requerirán la ayuda de Scott Lang (Paul Rudd)
al creer que les puede ser útil ya que él ha visitado el reino cuántico, pero
las cosas se complicando cuando la villana Ghost (Hannah John-Kamen) aparece
con el objetivo de robar esa tecnología para sus propios fines.
Esta es la primera película del UCM
que tiene como título el nombre de dos súper héroes, lo que origina un reto al
equilibrar el peso de ambos en la historia. Como era de esperarse, la película
le da un notorio protagonismo a Wasp y no en el sentido de que tenga una
participación más prolongada o líneas más importantes en la historia, sino que
por la naturaleza de la trama (que se centra en la búsqueda de su madre) se
requiere que ella tenga el foco principal en el desarrollo de la misma. Por
otro lado, Ant-Man tiene su propia sub trama donde tiene algo de tiempo para
brillar, sin embargo es muchísimo más ligera y es utilizada principalmente para
generar chistes.
La película cuenta con un equipo
nuevo de escritores, sin embargo no se llega a apreciar mayor diferencia en tonalidad
y estructura narrativa con respecto a su antecesora. Se rescatan los mejores
elementos de la primera cinta como las historias de Luis (Michael Peña) y se continuó
un tanto con el género de robo pero refrescado con secuencias de acción mucho
más divertidas. La historia requiere ser considerablemente más emotiva, se logra
un poco llegar a eso pero la misma tonalidad ligera y graciosa de la película
hace que estos momentos no sean de tanto impacto.
Si algo ha caracterizado la tercera
fase del UCM es la gran mejora que se ha logrado en el desarrollo de los
villanos, los cuales han pasado de ser planos y de poca relevancia a buenos
personajes con excelente desarrollo y buena estructura. A pesar de que el
villano Ghost (Hannah John-Kamen) está lejos de pertenecer al infame grupo de
peores villanos, no está a la altura de lo que se ha visto últimamente en
películas de Marvel. Tiene un trasfondo definido y motivaciones claras, sin
embargo no se siente como un villano real debido a la naturaleza de las
circunstancias que la llevaron a ese bando y por esa razón nunca te lleva a sentir
algo negativo hacia ella.
Respecto a las actuaciones no hay
mucho que decir, los actores son ya conocidos en este universo y desempeñan sus
roles de forma satisfactoria. Las nuevas adiciones de actores experimentados
como Michelle Pfeiffer y Laurence Fishburne son bastante buenas. Por otro lado,
Hannah John-Kamen, quien ha comenzado a figurar este año en el mundo del cine, sorprende
de forma positiva como Ghost.
Christophe Beck está de nuevo a
cargo de la música, retoma el tema principal que conocimos hace tres años y
añade algunas piezas muy interesantes. No es de las mejores pero cumple
perfectamente con su cometido.
El trabajo de Peyton Reed en Ant-Man
estuvo condicionado por las bases dejadas por Edgar Wright tras su despido. Si
bien es cierto que gran parte de lo maravilla que fue esa película se debe a la
mano de Edgar, Peyton Reed le dio un toque muy especial que lo llevó incluso a
rodar una de las mejores secuencias de pelea en el UCM. En Ant-Man and the Wasp
se confirma esa habilidad del director al entregarnos secuencias de acción muy
dinámicas y visualmente espectaculares.
En conclusión, Ant-Man and the Wasp
es una película sumamente entretenida pero que no representa más que un rato
divertido, no ofrece nada nuevo al género y sólo busca responder uno de los
misterios planteados en su primera parte. Su mayor inclinación al lado cómico
hace que se le reste al dramatismo que por minutos se requiere. Suma puntos por
su escena post-créditos que resulta ser una de las mejores de todo el UCM.
8.2
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