Iron Fist es la cuarta serie del acuerdo entre
Marvel y Netflix, fue creada por Scott Buck y está protagonizada por Fin Jones
como Danny Rand (Iron Fist), Jessica Stroup, David Wenham y Tom Pelphrey.
La historia se centra en el regreso de Danny Rand a
NY luego de haber sido dado por muerto junto a sus padres en un accidente aéreo
en el Himalaya hace 15 años. Durante ese tiempo se encontró entrenando en el monasterio de K´un Lun, mismo que se encuentra en una dimensión alterna, para
convertirse en su guardián: Iron Fist. A su regreso, Danny se encuentra con que
la empresa de su Padre (RAND) ahora se está dentro de una ola de corrupción que
involucra a la siniestra organización de La Mano.
La historia es buena, sin embargo no era la
indicada para contarse como introducción al personaje. Al ser un héroe tan poco conocido, requiere una historia de origen, misma que sea expuesta de manera directa. Durante la serie se van
contando mediante flashbacks las vivencias de Danny en el monasterio, las
cuales parecen muy interesantes, llevando a pensar que hubiera sido mejor
representar de lleno esa historia antes que la de la serie en sí.
Las peleas son quizá uno de los puntos más flojos
que existen dentro de la serie. Si bien en un principio son dinámicas, bastante
vivas y con mucha energía, lo cierto es que su coreografía es limitadísima y
con pocas variantes. Esto hace que cada escena de pelea se sienta la misma cosa
episodio tras episodio, quitándole mucho valor y dejándola muy por detrás de lo
visto en las dos temporadas de Daredevil, por nombrar un ejemplo.
El personaje principal: Danny Rand AKA Iron Fist,
quien tiene un desarrollo tan paulatinamente obstaculizado, va y viene de
pequeñas mejorías en su desarrollo a notables estancamientos que lo dejan lejos
de ser un héroe memorable. Tiene uno de los discursos más sobre explotados en
el género: el encuentro de identidad por parte del héroe, mismo que se
caracteriza por siempre poner al personaje en busca de un propósito y sobre cómo
va definiendo las condiciones de sus actos, tal como el dilema sobre si
asesinar o no a sus rivales. Cosas que ya se vieron y que llega a ser cansado
volver a encontrar, sobre todo en un personaje tan poco conocido como Iron
Fist.
Ésta serie tuvo muchos problemas en su producción,
originalmente tenía su estreno para el año 2015 e iba a ser la segunda serie de
Netflix con Marvel. Sin embargo, se trata de un personaje tan místicamente
fantasioso que debía tener cierto fundamento para poder existir dentro de este
universo, este se llama Dr Strange. Lamentablemente, las series de Netflix, a
pesar de tener conceptos tan ajenos de la realidad (como la resurrección), se
sienten tan alejadas del concepto del MCU que la idea del Iron Fist sigue
pareciendo algo fantasiosa dentro de la misma serie.
La única aportación de valor que tiene esta serie
es el desarrollo y la exposición de “La Mano”, la organización criminal con la
que Daredevil pelea en su momento y que ahora Iron Fist debe enfrentar. Esta
serie explica mejor como es que operan y sus objetivos, además de poner en
evidencia ciertos elementos de sus miembros y como podrían ser involucrados en
un futuro con el mismo Iron Fist u otros héroes de Marvel.
La serie se salva por las buenas actuaciones,
especialmente la de David Wenham como Harld Meachum. Así como la dirección, la
cual se mantuvo constante en calidad en todos los episodios y mejora las
escenas de acción a pesar de su repetitividad. También tiene un desarrollo
héroe-interés amoroso muy sólido, logrando un convencimiento muy natural al
espectador, aunque todo se va al demonio en los últimos episodios.
En conclusión, Iron Fist probablemente sí sea la peor serie de
Marvel pero no llega a ser tan desastrosa como muchos dicen. Los que conocen al
personaje seguramente la disfrutaran y quienes no van a tardar en tomar el
ritmo pero seguro la encontrarán entretenida con el pasar de los episodios.
Como sea, debe ser un must see si lo que quieres es seguir toda la historia antes
de los Defensores, quienes llegarán a finales de año.
7.5
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