Inferno
es la conclusión de la trilogía iniciada en 2006 con “El Código DaVinci” y
continuada en 2009 con “Ángeles y Demonios”, todas dirigidas por el ganador del
óscar Ron Howard y basadas en los best sellers de Dan Brown. Está protagonizada
por Tom Hanks como el ya famoso simbolista Robert Langdon y su acompañante en
turno Sienna Brooks está interpretada por Felicity Jones. Cuenta también con
las actuaciones de Omar Sy, Sidse Babett Knudsen, Irrfan Khan y Ben Foster.
La
película comienza con Robert Langdon en un hospital de la ciudad de Florencia,
con una herida en la cabeza y una amnesia que le impide recordar los sucesos de
las últimas 48 horas. No tarda en descubrir que está en medio de un problema
mayúsculo cuando intenta ser asesinado. Con la ayuda de la Dra. Sienna Brooks
logra escapar para encontrarse a sí mismo en una importante misión donde deberá
resolver los acertijos basados en el Infierno de Dante e ideados por el
científico Bertrand Zobrist para intentar detener una catástrofe mundial que
buscará acabar con la mayoría de la población del planeta usando un virus muy
similar al de la peste negra.
Tom Hanks
vuelve a tener una participación satisfactoria interpretando a Robert Langdon, probando
una vez más que él es el indicado para personificar al simbolista ficticio de
la universidad de Harvard. Felicity Jones demuestra con cada uno de sus
trabajos que es una de las mejores actrices del momento y en esta película lo
hace bastante bien, le da un toque especial a su personaje que lo hace aún más
interesante que su contraparte de la novela sumado a que el manejo que le dan
al personaje resulta muy satisfactorio. Sidse Babett Knudsen tampoco se muestra
fuera de tono al interpretar a la cabeza mundial de la OMS y antigua amiga de
Robert. Por otra parte Irrfan Khan y Omar Sy son dos actores extranjeros que han
tenido reciente éxito en producciones americanas y aunque han tenido altibajos,
en esta película cumplen con las exigencias de sus personajes.
Es
una película de persecución por lo que desde los primeros minutos la trama
avanza de manera apresurada y algunas veces el trabajo de cámara, en su afán de
meternos a la historia, utiliza un recurso que a mí no me agrada en lo absoluto:
Shaky Cam. En los primeros diez minutos la película abusa de esta técnica que
más allá de introducirnos más en la trama a veces termina por confundirnos
sobre lo que está pasando. Lo bueno es que con el paso de los minutos esto deja
de estar presente en la película y es borrado por completo.
En
la película sólo hay una línea argumental que sigue al personaje principal y no
se desvía hacia los sucesos que protagonizan personajes secundarios. Seguimos a
Robert Langdon de principio a fin y aunque a veces hay personajes que se
separan de su lado la trama no los sigue y sólo nos transporta a otro lado
cuando es absolutamente necesario, por lo que en la película prácticamente
estamos tan informados como el personaje principal. Además de que esto favorece
mucho al desarrollo de la trama, también permite que haya plot twists mucho más
impactantes. Como en las dos anteriores películas protagonizadas por Robert
Langdon, a esta no le falta emoción ni momentos de tensión.
La
película se toma bastantes libertades, tantas hasta el punto de modificar de
manera considerable la historia escrita por Dan Brown. Sin embargo, este es uno
de los contados casos en donde considero que la película fue mejor al libro y
esto debido que la novela fue terrible, sobre todo en su final por lo que el
guión arregla esto y hace una historia completa.
Inferno
cumple, está a la altura de sus antecesoras y es un digno cierre hasta la hasta
ahora pactada trilogía. No es una película perfecta pero es entretenida y
emocionante, factores necesarios para mantener atento al público durante sus
dos horas de duración. Es muy recomendable para todos los que disfruten el
género y también para aquellos que no quedaron muy conformes con la novela
lanzada hace tres años.
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