Wonder Woman 84 es la nueva película del
universo DC y que sigue la historia de Diana, la princesa amazona que ahora es
conocida como la Mujer Maravilla, uno de los héroes principales en este
universo. Está dirigida por Patty Jenkins, quien la escribe junto a Geoff Johns
y David Callaham, protagonizada por Gal Gadot, Chris Pine, Kristen Wiig y Pedro
Pascal.
La película toma lugar en 1984, en
medio de la guerra fría, tiempo donde Diana se dedica a ser una reconocida antropóloga
y una heroína que secretamente mantiene el orden y la paz en Washington D.C.. La
trama principal comienza cuando una extraña pieza es enviada al instituto donde
ella labora, se trata de una piedra que parece esconder un gran secreto. La
encargada de manejarla para su investigación es Barbara Minerva, una arqueóloga
compañera de Diana, quien la ve como un modelo a seguir. Todo se complica cuando
la piedra llama la atención de Maxwell Lord, una reconocida estrella televisiva
que busca usarla para poder llegar al éxito que presume tener.
El principal problema de la película es
que tiene un pésimo ritmo, comenzando de una forma muy agradable con
interesantes secuencias de acción que nos hacen esperar una historia repleta de
ese contenido. A continuación, la película es acompañada de escenas innecesariamente
largas que muchas veces explican o exponen situaciones que no valen la pena, ya
sea porque fueron aspectos ya explotados en la primera película o porque
realmente no son necesarios de tocar para un correcto desarrollo de la
historia. Como resultado, tenemos una película mayormente aburrida y cuyas
escenas de acción (a pesar de no estar mal realizadas) al final no compensan
los aburridos minutos sufridos anteriormente.
Junto a su pésimo ritmo, la película tiene
una trama que puede ser catalogada como ridícula, ya que no va a acompañada de
un tono ligero que pueda hacer que se sienta mucho más natural. Gracias a esto,
muchos acontecimientos pueden ser interpretados como exagerados y con falta de lógica
o realismo.
Gal Gadot luce considerablemente menos
brillante en esta entrega como Wonder Woman, a pesar de que su nivel actoral no
decae, su participación se percibe bastante gris y, más allá de parecer
consecuencia misma del desarrollo mismo de la película, se siente como si un
mayor esfuerzo de su parte pudiera haberla salvado.
Maxwell Lord (interpretado por Pedro
Pascal), resulta en principio un personaje bastante interesante al tratarse de
un empresario con múltiples deudas económicas debido a que ha recibido inversiones
a las cuales no ha respondido, miedos a las consecuencias de su fracaso e
inseguridades que repercuten en la relación con su hijo. Tiene todo para ser un
villano increíble, muy humano y con motivantes sólidas, muy parecido a lo que
se hizo en “Casino Royale” con Le Chiffre. Sin embargo, muy a pesar de la
grandiosa actuación de Pedro Pascal, todo se va a la basura con decisiones
absurdas en el guion respecto al camino del personaje, al punto de volverlo una
tremenda caricatura cuyos actos solo se ven motivados por su absurdo deseo de
poder.
Barbara Minerva, interpretada por
Kristen Wiig, hace recordar mucho al personaje de Max Dillon, interpretado por Jamie
Foxx en “The Amazing Spider-Man 2”, ambos son dos completos perdedores que
buscan seguir los pasos de sus respectivos héroes, al final cambian sus convicciones
al obtener poderes. La diferencia es que en esta película el papel es un poco
mejor manejado, apoyado principalmente por una grata actuación de Wiig, pero aún
sin llegar a ser el gran adversario digno de WW.
El único aspecto positivo es la gran dirección
de Patty Jenkins, quien de nuevo vuelve a demostrar su gran habilidad para capturar
escenas de acción sin perder movimiento alguno. Sin embargo, su trabajo se ve
un poco afectado por la pésima edición del material filmado.
Como conclusión, WW84 es una mala película
que pinta para ser una de opiniones divididas entre los fans que seguramente la
encontrarán disfrutable y los que no son fans y buscaban una trama mucho mejor
trabajada. Pero al final, la verdad es que se trata de una cinta aburrida gracias
a su innecesaria extensión de dos horas y media, una trama absurda y resoluciones
que mayormente resultan un cliché. Carece mucho del espíritu innovador de la
primera parte y es por eso que es una decepción.
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