Cuando la creatividad falla, siempre
hay una fórmula infalible para hacer dinero. Un remake de una exitosa película de,
por lo menos, veinte años de antigüedad protagonizada por una actriz reconocida
en la actualidad. Sin embargo, en esta ocasión, Robert Zemeckis se encarga de traer
su visión sobre una cinta que no hizo mucho dinero en su lanzamiento inicial,
pero que con el tiempo se volvió una obra de culto que se mantiene como una de
las favoritas para la época de Halloween.
Protagonizada por Anne Hathaway como
la gran bruja, Octavia Spencer, Stanley Tucci, Jahzir Bruno y Codie-Lei Eastick.
“Las Brujas” narra la historia de un huérfano (Bruno) criado por su abuela (Spencer),
ambos viven una vida tranquila hasta que el niño se topa con una bruja. La
abuela, guiada por sus experiencias como retirada cazadora de brujas, decide
que lo mejor es huir para mantener a su nieto a salvo. Sin embargo, llegan a un
hotel donde un grupo de brujas ha decidido realizar una convención para organizar
un plan que les permita deshacerse de los niños del mundo. Al enterarse de
ello, abuela y nieto deciden hacer todo lo posible por frustrar sus planes y
acabar con las brujas de una vez por todas.
Para realizar un remake hay que tener
un propósito claro y una total certeza de que, si bien puede no llegar a ser
tan bueno como la obra original, va a traer algo nuevo que aporte riqueza a la
trama. Lamentablemente a esta película no se le ve un propósito claro y además de
eso no cuenta con los elementos suficientes que hagan pensar que podría ser un éxito.
En resumen, no es más que una versión modificada para atraer la atención de nuevas
generaciones.
Se podría
decir que lo único bueno es la presencia de Anne Hathaway, quien no hace mucho
esfuerzo por entregar un buen personaje, pero que es mal manejado por la trama. Por otro lado,
Octavia Spencer y Stanley Tucci se reservan mucho de su calidad para adecuarse
a una película que ciertamente no merece lo mejor de ellos. Mientras que los
niños actores ejecutan lo que se puede esperar de ellos, actuaciones flojas que
apenan a la ternura de sus personajes para poder generar empatía con el
espectador.
Hoy en día las historias en el cine se
tienen que esforzar por brindar algo más que un cuento, dar un trasfondo solido
y motivantes claras a sus personajes. En el caso de “Las Brujas” la película hubiese
sido infinitamente mejor si se hubiera profundizado en la historia de la gran
bruja y sus verdaderos motivantes para acabar con los niños. Así como un
trasfondo claro a la abuela y sus conocimientos sobre la brujería.
La historia es excesivamente simple y
a pesar de que se entiende que sea así por ser una película para niños, al ser también
un producto que consumen los padres de estos, se esperaría que fuera por lo
menos un producto más familiar.
A pesar de que su trabajo no sea el más
identificable de todos, la dirección de Robert Zemeckis es muy genérica y poco
arriesgada, perdiendo un poco del sello que le ha otorgado el reconocimiento a
lo largo de su carrera. Sumado a esto, la película cuenta con un CGI lamentable
que se ajusta a uno parecido al de una película para televisión y eso está mal
considerando que “Las Brujas” se estrenará en cines en todos los países que no
cuentan con HBO Max, la plataforma en la que se lanzó en Estados Unidos.
Como conclusión, las brujas es una película
pobre que sólo servirá para darle mucho más valor a la versión de 1990. Realmente
solo valdrá la pena para entretener a los niños y resultará un tanto difícil de
ver para los adultos.
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