Malcolm y Marie Review

Malcolm and Marie es una película escrita y dirigida por Sam Levinson, quien actualmente tiene fama mundial por ser el creador de la serie de HBO Euphoria. Está protagonizada por Zendaya y John David Washington, siguiendo la historia de un director y su novia actriz durante una noche al regresar a casa después de la presentación de la última película del primero, la pareja enfrentara cuestionamientos e intentaran resolver la complejidad de su relación.

 

Empezando por las cosas buenas, esta película tiene una gran dirección con excelentes variantes en el manejo de cámara que le dan dinamismo y atractivo visual, además de darle una mejor exposición a las ideas que expresan sus personajes en cada momento. San Levinson y su cinematógrafo sacan una buena nota en este aspecto.

Más allá del anterior punto, tal vez lo único que realmente mantiene esta película a flote son las excelentes actuaciones de sus protagonistas (y únicos actores), mismas que se acoplan perfectamente gracias a una extraordinaria química entre ambos. Zendaya, se ve claramente beneficiada de su anterior experiencia con Levinson en la serie de Euphoria para entregar una maravillosa actuación, mientras que John David Washington sigue demostrando que está en los que probablemente serán recordados como los mejores años de su carrera. Pese a lo anterior, hay que reconocer que las buenas actuaciones no son suficientes para poder mantener la atención del público cuando los actores tienen un material limitado con el cual trabajar, mismo que básicamente es una reflexión actuada sobre el impacto de la critica en la obra de un cineasta, misma que se extiende a su relación de pareja.

El gran villano de esta película es el guion. Levinson se empeñó en escribir una historia limitada en el aspecto de exposición de personajes ante diferentes situaciones, lo que realmente quisiéramos ver se encuentra en los relatos dentro de sus discusiones y el intercambio de ideas entre ambos, que en un principio parece interesante, se vuelve tedioso con el paso de los minutos. En adición a lo anterior, resulta muy repetitiva la manera en la que cada personaje retoma las discusiones y la única variante que ofrecen es la habitación donde se dan estos intercambios. Al final se podría interpretar de muchas maneras, pero igualmente seria valido asegurar que el trabajo de Levinson en este apartado es pretencioso y errático en lograr una pieza que logre ser igual de profunda como entretenida.

5.5