El
Hombre Invisible estaba destinada a ser la segunda pelĂcula del fallido dark universe
iniciado en 2017 con el reebot de la momia cuyo fracaso llevĂł a desechar la
idea y crear desde cero un nuevo concepto que funcionara por si mismo. La cinta
está protagonizada por Elizabeth Moss, Storm Reid, Oliver Jackson-Cohen,
Harriet Dyler y Aldis Hodge, todos ellos dirigidos por Leigh Whannell.
La pelĂcula
es un remake de una cinta original lanzada en 1933, misma que a su vez ha
tenido decenas de readaptaciones a lo largo de casi 90 años. En esta ocasión se
relata la historia de Cecilia, quien ha vivido un infierno al lado de su pareja
abusadora. Pero, luego de que esta cometiera un supuesto suicido, todo parece
mejorar hasta que ella se da cuenta que su pareja puede no estar muerta y haber
encontrado una forma de ser invisible para seguir acosándola.
Lo
primero que hay que destacar es la manera en la que esta cinta re imagina o
adapta la historia a tiempos modernos, actualizando al propio Hombre Invisible
para hacerlo una entidad mucho más imponente y amenazadora que anteriores encarnaciones.
Esto es principalmente gracias al excelente manejo que tiene la historia al
tomar el concepto de un hombre abusivo con su pareja y trasladarlo hacia este
contexto, lo cual lo hace terriblemente impactante para el espectador ya que
deja la idea de lo que pudiera pasar si este hombre invisible existiera tal y
como te lo presenta la pelĂcula.
La pelĂcula
es bastante formulista en la construcciĂłn de su trama y de sus momentos de susto,
haciendo que estos sean mayormente esperados por el espectador que tiene experiencia
con el género. Sin embargo, la historia cuenta con un pequeño pero interesante plot
twist que, a pesar de que forma parte de los habituales recursos en este tipo
de pelĂculas, le da un buen respiro a la historia. Como consecuencia el tercer
acto es mucho más impactante y lo que ayuda a dejar con buen parado a la pelĂcula.
Entonces, pese a su formulismo y falta real de buenos sustos, es un resultado
bastante sĂłlido.
Las
actuaciones en pelĂculas de terror suelen ser penosas en la mayorĂa de las
veces, sobre todo cuando se tratan de pelĂculas de bajo presupuesto como es el
caso de esta misma. Pero el hombre invisible es una excepciĂłn que supera por
mucho a lo visto en otras cintas del género. Las actuaciones están bastante
bien ejecutadas y la protagonista, Elizabeth Moss, carga el peso de la pelĂcula
en sus hombros de forma brillante y es una de las claves para el Ă©xito de la producciĂłn.
La direcciĂłn
de Leigh Whannell, un cineasta que apenas esta teniendo su tercera intervenciĂłn
en la silla de director, es un trabajo satisfactorio al lograr una gran
fluidez narrativa a través de su manejo de cámara. No se trata de un trabajo
impecable, pero sì uno que supera estándares acostumbrados en el género.
Quizá
el aspecto negativo de la pelĂcula que es de mayor evidencia es la gran
conveniencia que el guion otorga a ciertas situaciones, quizá para que la
historia avance un poco más rápido. Personas llegando muy rápido a destinos
lejanos, facilidad de algunos personajes para poder asimilar situaciones increĂbles
y comportamientos no muy acordes con situaciones presentadas, son algunos de
los casos que dan una pisca de incredulidad a la historia.
Como
conclusiĂłn, El hombre invisible es una buena pelĂcula por la gran inteligencia
y calidad en las decisiones sobre como adaptarla al mercado actual y la gran actuaciĂłn
de Elizabeth Moss. Sus fallos no son tan considerables como para arruinar a la
experiencia y la direcciĂłn es sorprendentemente competente.
8.5
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