El
biopic es un género que normalmente es usado para desarrollar por completo la
historia de una personalidad histórica que, de alguna u otra manera, dejó un
legado en la tierra. Judy relata sólo los últimos años de la vida de la famosa cantante
Judy Garland, quien logró fama internacional al protagonizar la adaptación más aclamada
de “El Mago de Oz” hacia finales de los 30. La película, ambientada en 1968,
toca los temas más íntimos en la historia de la también actriz, al tiempo que nos
muestra una carrera en decadencia que la hace emigrar a Inglaterra donde aún
tiene la posibilidad de hacer dinero con una serie de conciertos.
Renée
Zellweger es, sin duda alguna, el gran atractivo de esta película. Su actuación
es brutal, emocional y cautivadora. Lamentablemente la película muestra casi por
completo solamente facetas oscuras y tristes de Garland, por lo que es
complicado empatizarse con el personaje más allá de sentir cierta lastima por
ella. Sin embargo, el gran desempeño de Renée hace que el personaje transmita
mucho más que solo tristeza en los tiempos tan rudos que son relatados.
La
narrativa de la película es sumamente inteligente, ya que da saltos temporales
hacia el pasado cuando son necesarios, dándole un trasfondo muy oportuno a cada
situación que vive la artista. La actriz Darci Shaw se encarda de representar
de excelente manera a una joven Judy.
La película
es dirigida por Rupert Goold, quien es un director que apenas tiene dos películas
en su carrera contando esta. Pero con una gran experiencia en dirección teatral,
misma que se hace muy evidente en su trabajo con Judy. Esta experiencia no solo
hace que la película tenga un enfoque mucho más orientado al desarrollo actoral
de sus artistas, sino que también da una gran oportunidad a que se pueda
transmitir sentimientos de una manera mucho más directa. Lo anterior es uno de
los principales factores que hacen que el tercer acto de la cinta sea tan emotivo.
Un
punto negativo es que, como ya se menciono anteriormente, resulta complicado tener
sentimientos diferentes a la lastima por el personaje principal, ya que se le
ve sufriendo en la mayoría de la película. Si la historia hubiese puntualizado más
en los momentos felices de la actriz, el resultado hubiese sido distinto e
incluso se hubiera convertido en una película más disfrutable.
Quizá
Judy no es una película para todos debido a que su contenido puede parecer pesado
gracias a la cantidad de emociones que se exponen. Pero es una biopic muy
completa, cuyo enfoque a ciertos años de la vida de la actriz hacen que se
transmita su identidad y pensamiento de forma muy efectiva. Imperdible por la actuación
de Zellweger y para conocer más a fondo a la personalidad histórica que
representa.
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