Dark
Phoenix es la duodécima película del universo X-Men y última bajo la producción
de FOX tras la compra de Disney el pasado mes de marzo. La película marca el
debut de Simon Kinberg en la silla de dirección, quien había estado trabajando
como escritor y productor en el universo de X-Men desde la tercera parte en 2006.
Está protagonizada por Sophie Turner, James McAvoy, Michael Fassbender, Jessica
Chastain, Nicholas Hoult, Jennifer Lawrence, Tye Sheridan, Kodi Smith-McPhee,
Evan Peters y Alexandra Shipp.
La película
relata cómo, durante una misión espacial, Jean Grey (Sophie Turner) adquiere
los poderes del Fénix, una poderosa fuente cósmica conocida como la fuerza más
poderosa del universo. Poder que evidentemente ya poseía 10 años atrás como se
vio en X-Men Apocalypse, pero la continuidad no importa en esta franquicia. Cuando
esto ocurre, los X-Men deberán salvar al mundo de su propia amiga antes de que
pierda el control, al tiempo que se enfrentan a un grupo de extraterrestres que
buscan adquirir ese poder para fines destructivos.
Esta
película fue un completo desastre desde inicios de su producción, lo que se tradujo
en constantes cambios en la escritura de guion que no sólo cambiaron algunas
secuencias, sino que reestructuraron casi la totalidad de la trama. Estos
cambios estuvieron acompañados de reshoots que son más que evidentes en el
producto final y terminan afectando la calidad de la cinta. Al final la película
se siente como un proyecto terminado simplemente por la necesidad de cumplir
con su estreno y para intentar recuperar un poco del dinero que es más que
seguro que ya está perdido.
Simon
Kinberg deja ver su novatez en cada plano filmado. La película se siente vacía
en estilo, con muchas técnicas fílmicas de libreto y es casi como si el
director usara una especie guía para directores primerizos. Más allá de la
falta de estilo, algunas secuencias se sienten extrañas debido a las decisiones
en el enfoque del director, lo cual se ve antes del tercer acto y es donde a
veces se pierde lo que está pasando en la película, específicamente en algunas
escenas de acción.
La película
no hace honor a su historia originaria de los cómics, a pesar de que muestran a
una Jean Grey ligeramente más fiel a esa fuente, la estructura del filme no es
satisfactoria. La película se llama Dark Phoenix y el personaje de Turner de
verdad se muestra en una posición donde desarrolla todo su potencial y muestra
como puede hacer sufrir a quien se meta con ella, pero lo visto en la película es
insatisfactorio porque todo pasa dentro de un circulo reducido, es decir, la
trama ocurre en escalas muy limitadas como lo es en pocos escenarios, en lugar
de mostrar la aparición del ser más poderoso del universo a escalas mundiales e
incluso cósmicas. Por otro lado, el final de la película se siente abruptamente
vacío y realmente no deja ninguna clase de sentimiento en el espectador.
En adición
a lo anterior, el desarrollo de la trama hace más que evidentes las constantes
alteraciones en el guion. Exponiendo cambios incoherentes en el comportamiento
de ciertos personajes, elementos de la trama que parecen ser simplificados para
llevar un ritmo más rápido y terribles manejos de desarrollo que hacen que la
historia caiga en elementos tales como diálogos de exposición y atmosferas poco
convincentes.
El
villano principal de la película, interpretado por Jessica Chastain, es
terrible. El desarrollo de su personaje es pobre, la actuación de la actriz
dista mucho de su potencial mostrado en otros proyectos y, a pesar de que se
siente como una fuerte amenaza para los protagonistas, realmente su apariencia
no permite verla como un villano.
Básicamente
la película tiene sólo una cosa buena, pero antes hay que darle cierto reconocimiento
al tercer acto, el cual fue rodado en su totalidad después del primer retraso
de la cinta con el fin de darle un final a la serie fílmica ante el inminente
reinicio de los hombres x en el universo de Marvel. La batalla final tiene una buena
calidad en acción, coreografías muy bien cuidadas, secuencias con fluidez justa
que permite seguir lo que pasa en pantalla y un CGI más que decente. Este
tercer acto cumpliría con las expectativas de cualquier película promedio de
X-Men. Sin embargo, al tratarse de un final de todo el universo formado en las
anteriores películas, este queda bastante corto. Y no por su falta de calidad,
sino que no transmite un sentimiento de conclusión ni es tan impactante como se
supone que debería ser un evento de tal magnitud.
El único
elemento completamente positivo en la cinta son las actuaciones. El elenco hace
un trabajo muy bueno, comprometidos totalmente con el proyecto a pesar de que
se trataba de una película que nació prácticamente muerta. Específicamente la actuación
de Sophie Turner es francamente impresionante, es tan convincente que cuando el
personaje logra transmitirte los sentimientos por los que pasa. Sin mencionar
que el personaje adquiere una complejidad importante en esta película, con una
dualidad que la mantiene entre el bien y el mal. La actriz logra trasmitir el
conflicto interno del personaje de manera satisfactoria, llevando a pensar que quizá
la actriz es desperdiciada con un guion tan flojo.
En conclusión,
Dark Phoenix no es más que una película del montón dentro del género. Quizá no
es tan mala como para llegar a ser considerada tortuosa de ver, sin embargo, no
pasa nada si el espectador promedio la deja pasar. Los fans podrán encontrar
cosas buenas dentro de las actuaciones y algunas secuencias de acción, pero su
valor es limitado a eso ya que el resto de la cinta no vale la pena.
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