Dark Phoenix Review - Movie Parade

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domingo, 9 de junio de 2019

Dark Phoenix Review


Dark Phoenix es la duodécima película del universo X-Men y última bajo la producción de FOX tras la compra de Disney el pasado mes de marzo. La película marca el debut de Simon Kinberg en la silla de dirección, quien había estado trabajando como escritor y productor en el universo de X-Men desde la tercera parte en 2006. Está protagonizada por Sophie Turner, James McAvoy, Michael Fassbender, Jessica Chastain, Nicholas Hoult, Jennifer Lawrence, Tye Sheridan, Kodi Smith-McPhee, Evan Peters y Alexandra Shipp.

La película relata cómo, durante una misión espacial, Jean Grey (Sophie Turner) adquiere los poderes del Fénix, una poderosa fuente cósmica conocida como la fuerza más poderosa del universo. Poder que evidentemente ya poseía 10 años atrás como se vio en X-Men Apocalypse, pero la continuidad no importa en esta franquicia. Cuando esto ocurre, los X-Men deberán salvar al mundo de su propia amiga antes de que pierda el control, al tiempo que se enfrentan a un grupo de extraterrestres que buscan adquirir ese poder para fines destructivos.

Esta película fue un completo desastre desde inicios de su producción, lo que se tradujo en constantes cambios en la escritura de guion que no sólo cambiaron algunas secuencias, sino que reestructuraron casi la totalidad de la trama. Estos cambios estuvieron acompañados de reshoots que son más que evidentes en el producto final y terminan afectando la calidad de la cinta. Al final la película se siente como un proyecto terminado simplemente por la necesidad de cumplir con su estreno y para intentar recuperar un poco del dinero que es más que seguro que ya está perdido.

Simon Kinberg deja ver su novatez en cada plano filmado. La película se siente vacía en estilo, con muchas técnicas fílmicas de libreto y es casi como si el director usara una especie guía para directores primerizos. Más allá de la falta de estilo, algunas secuencias se sienten extrañas debido a las decisiones en el enfoque del director, lo cual se ve antes del tercer acto y es donde a veces se pierde lo que está pasando en la película, específicamente en algunas escenas de acción.

La película no hace honor a su historia originaria de los cómics, a pesar de que muestran a una Jean Grey ligeramente más fiel a esa fuente, la estructura del filme no es satisfactoria. La película se llama Dark Phoenix y el personaje de Turner de verdad se muestra en una posición donde desarrolla todo su potencial y muestra como puede hacer sufrir a quien se meta con ella, pero lo visto en la película es insatisfactorio porque todo pasa dentro de un circulo reducido, es decir, la trama ocurre en escalas muy limitadas como lo es en pocos escenarios, en lugar de mostrar la aparición del ser más poderoso del universo a escalas mundiales e incluso cósmicas. Por otro lado, el final de la película se siente abruptamente vacío y realmente no deja ninguna clase de sentimiento en el espectador.

En adición a lo anterior, el desarrollo de la trama hace más que evidentes las constantes alteraciones en el guion. Exponiendo cambios incoherentes en el comportamiento de ciertos personajes, elementos de la trama que parecen ser simplificados para llevar un ritmo más rápido y terribles manejos de desarrollo que hacen que la historia caiga en elementos tales como diálogos de exposición y atmosferas poco convincentes.

El villano principal de la película, interpretado por Jessica Chastain, es terrible. El desarrollo de su personaje es pobre, la actuación de la actriz dista mucho de su potencial mostrado en otros proyectos y, a pesar de que se siente como una fuerte amenaza para los protagonistas, realmente su apariencia no permite verla como un villano.

Básicamente la película tiene sólo una cosa buena, pero antes hay que darle cierto reconocimiento al tercer acto, el cual fue rodado en su totalidad después del primer retraso de la cinta con el fin de darle un final a la serie fílmica ante el inminente reinicio de los hombres x en el universo de Marvel. La batalla final tiene una buena calidad en acción, coreografías muy bien cuidadas, secuencias con fluidez justa que permite seguir lo que pasa en pantalla y un CGI más que decente. Este tercer acto cumpliría con las expectativas de cualquier película promedio de X-Men. Sin embargo, al tratarse de un final de todo el universo formado en las anteriores películas, este queda bastante corto. Y no por su falta de calidad, sino que no transmite un sentimiento de conclusión ni es tan impactante como se supone que debería ser un evento de tal magnitud.

El único elemento completamente positivo en la cinta son las actuaciones. El elenco hace un trabajo muy bueno, comprometidos totalmente con el proyecto a pesar de que se trataba de una película que nació prácticamente muerta. Específicamente la actuación de Sophie Turner es francamente impresionante, es tan convincente que cuando el personaje logra transmitirte los sentimientos por los que pasa. Sin mencionar que el personaje adquiere una complejidad importante en esta película, con una dualidad que la mantiene entre el bien y el mal. La actriz logra trasmitir el conflicto interno del personaje de manera satisfactoria, llevando a pensar que quizá la actriz es desperdiciada con un guion tan flojo.

En conclusión, Dark Phoenix no es más que una película del montón dentro del género. Quizá no es tan mala como para llegar a ser considerada tortuosa de ver, sin embargo, no pasa nada si el espectador promedio la deja pasar. Los fans podrán encontrar cosas buenas dentro de las actuaciones y algunas secuencias de acción, pero su valor es limitado a eso ya que el resto de la cinta no vale la pena.

5



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