Christopher Robin: Un Reencuentro Inolvidable Review

Christopher Robin: Un Reencuentro Inolvidable es la primera adaptación live action inspirada en la historia de Winnie-the-Pooh, una licencia que Disney se encargó de explotar a más no poder en los años 80s-90s y que ahora busca revivir para hacer dinero utilizando la nostalgia de los chavorrucos y algunos millennials que de pronto aseguran ser los fans más grandes del osito nativo del bosque de los cien acres. La cinta está dirigida por Marc Forster, el que casi arruina al James Bond de Daniel Craig, y escrita por cientos de personas de entre las cuales destaca Tom McCarthy, ganador del oscar hace un par de años. La protagoniza Ewan McGregor como Christopher Robin, Hayley Atwell como Evelyn Robin (su esposa) y Bronte Carmichael como Madeline Robin, la hija del matrimonio.

La historia de la película relata el salto de la niñez hacia la vida adulta de Christopher Robin, quien debe dejar de jugar con sus amigos del bosque de los cien acres para encarar una vida llena de responsabilidades y desgracias. Una vez adulto, con una familia que mantener y un trabajo que le consume e impide disfrutar de las buenas cosas de la vida como su jugar con su hija y las vacaciones de verano, Pooh aparece para solicitar su ayuda para encontrar a los demás animales del bosque, quienes han desaparecido misteriosamente y sólo el adulto ocupado Chistopher puede hacer un espacio en su agenda para  ir a encontrarlos.

La película logra capturar de manera brillante la esencia de los cuentos originales, respetando por completo la identidad de cada personaje sin hacer experimentos arriesgados con los mismos. Se presentan ciertos comportamientos de cada uno de ellos que los hacen inconfundibles y, a pesar de que no todos cuentan con el mismo peso en pantalla, se les da un momento a cada uno de ellos para brillar y con eso basta para hacerles justicia.

Desde luego que, entre todos los animales del bosque, el que tiene que brillar es Pooh y en esta película lo hace de forma maravillosa. Es un personaje sumamente tierno, encantador y muy bien construido desde su diseño en cgi hasta los diálogos tan inteligentes y emotivamente poderosos que tiene. La película es buena cuando no está el personaje en pantalla y cuando lo está es excelente.

El tono de la película es uno de sus mayores aciertos. Está en una línea que la coloca como una gran historia para los adultos que crecieron viendo a este personaje y a su vez como una que hará que los niños que quizá no estén tan familiarizados con él puedan disfrutarla. Sin embargo se debe destacar que para niños muy pequeños podría resultar considerablemente aburrida al estar enfocada en un público un poco más consciente. Si bien la película nunca deja de ser divertida, jamás se aleja del tono emocional y está constantemente reforzando con sucesos lo que intenta transmitir en su menaje central, un mensaje que va enfocado al valor de la amistad y de la familia sobre todas las cosas.

Ewan Mcgregor es considerado uno de los actores británicos más reconocidos actualmente, no sólo por su capacidad de encajar perfectamente en la mayoría de los géneros en los que trabaja, sino también por dejar una huella reflejada en personajes sólidos en cuanto a actuación y carisma. Esta virtud hace, en la mayoría de los casos, que a pesar de que se trate de una mala película, ésta sea recordada por el buen desempeño del actor dentro de la misma. En este caso si bien hace un buen papel, no logra concentrar por completo todos los reflectores de la película en su figura y actuación, esto debido a que la misma historia convierte a Pooh en su eje central a partir de que este aparece en pantalla, sumado a un énfasis dramático ligero que no le exige demasiado al actor. Con esto se concluye que no es una película que le vaya a añadir algo que el actor ya no tenga en su extensa carrera.

Hayley Atwell es una actriz de una carrera un tanto más discreta pero que también ha demostrado una calidad similar con la que cuenta su coestelar. Si bien esta película la mantiene un poco al margen del argumento principal hasta el final del tercer acto, tiene una participación bastante agradable que hace avanzar al personaje de Christopher Robin en cada una de sus intervenciones. Sin mencionar la buena química que tiene con Ewan.

Los efectos especiales definitivamente no son los mejores, a pesar de que los animales del bosque están recreados perfectamente son pocas las veces que se sienten por completo parte de la escena. Sin embargo, considerando el presupuesto de la película y las pretensiones de la misma, no es algo por lo cual se le pueda reclamar.

Christopher Robin es una de las mejores películas live action que ha tenido Disney en años recientes. Es una vista obligada para todos aquellos que llegaron a disfrutar tanto los cuentos como la caricatura lanzada hace algunos años. Además de tener una historia muy conmovedora, es divertida y hasta emocionante en ciertos lapsos.

10