A poco menos de un mes de ser lanzada
la película de Man of Steel en 2013, se confirmó la secuela: Batman v Superman
y con ella la posibilidad de poder ver al grupo de súper héroes más famoso de
todos los tiempos en el cine, La Liga de la Justicia. Tiempo después esta
posibilidad se confirmó y con un desarrollo mayor a tres años, por fin podemos
ver la película que muchos fans de los comics esperaban.
La quinta película del DCEU está dirigida
en un 80% por Zack Snyder, mientras que el otro 20% corresponde a Joss Whedon y
su trabajo en los reshoots, quien en 2012 trajo a los Vengadores en el MCU. Está
protagonizada por Ben Affleck, Gal Gadot, Jason Momoa, Ezra Miller, Ray Fisher
y Henry Cavill.
Hay que señalar que, luego de un
inicio bastante incierto, el DCEU ha sembrado un poco de esperanza en los
corazones de los fans con una muy buena película de la Mujer Maravilla. Es por
esta cinta que los ejecutivos de Warner decidieron llevar cambios en su
siguiente producción, mismos que incluían un cambio de tono a uno mucho más
ligero en la trama de Justice League, además de un recorte de casi una hora en
el corte inicial de la película, dejándola ahora con tan sólo 121 minutos de
duración y convirtiéndose así en la película más corta de este universo. La
pregunta, ¿Fue una decisión acertada?
La película retoma la historia del
final de BvS, ahora Bruce Wayne recorre el mundo buscando personas con
habilidades especiales para hacer frente a una inminente invasión proveniente
del espacio y que está comandada por Steppenwolf, un legendario conquistador de
planetas que busca hacerse con las cajas madre que se encuentran resguardadas
en la tierra. Es así como Batman, Wonder Woman, Aquaman, Cyborg y Flash se unen
para convertirse en La Liga de la Justicia.
Empezando con las cosas positivas, hay
que decir que la película es muy divertida, no malgasta su tiempo en tramas
complejas ni pretenciosas que sólo sirven para cargar de escenas llenas de
aburrimiento y sin sentido a la trama. Es cierto que al haber tantas cosas que
se deben introducir para conocer a los personajes y con tan poco tiempo podría
resultar una mala idea, pero la película lo hace bastante bien, exponiendo lo
exclusivamente necesario para que los nuevos personajes sean muy bien acoplados
al universo que ya va tomando un poco más de forma.
Los efectos especiales, como se podría
esperar de una producción de 300 millones, son más que destacables. Las
secuencias de batalla animadas en 3D se ven bastante reales y el diseño de
Steppenwolf, el villano de la cinta interpretado por el método de motion capture,
luce muy bien. Claro que cuenta con un par de fallos, pero son imperceptibles
ante los grandes aciertos en efectos visuales.
La música, compuesta por el gran
maestro Danny Elfman, es simplemente espectacular. Está llena de sentimiento
épico y tiene por lo menos tres temas que quedarán como sello en la franquicia.
Realmente las actuaciones no son para
destacar pero sin duda pueden sobresalir las de Ezra Miller y Jason Momoa,
quienes interpretaron a Flash y Aquaman respectivamente. Se nota un gran
entusiasmo y empeño por parte de ambos para poder representar lo mejor posible a
estos personajes. Además, en esta película Henry Cavill mostró su mejor
actuación como Superman desde que apareció en Man of Steel, acercándose mucho a
lo que representa el personaje dentro de los comics y otros medios.
La película tiene un elemento muy
presente y que genera un contraste muy marcado con otras entregas del DCEU, la
comedia. A diferencia de las películas de Marvel, no todos los personajes
sueltan chistes, pero sí están muy presentes a lo largo de la cinta, algunos
son graciosos pero otros se perciben un tanto fuera de lugar.
Quizá lo peor de la película es el
villano. Steppenwolf es un personaje muy plano, si bien tiene un trasfondo
explorado, no consigue imponer su marca como un enemigo imponente. A pesar de
que conocemos sus planes (“destrucción mundial”, que original), no se expone la
identidad del personaje ni conocemos sus motivantes y eso es una desventaja
para que la audiencia conecte con él, viendo al villano como un personaje de
temer.
En conclusión, la Liga de la Justicia es
una película entretenida. Se nota la mano de John Whedon, haciendo que los
personajes hagan una buena química casi inmediata y con una comedia que le
añade una pisca de diversión a la historia. Tiene fallos notorios pero que no
opacan el resultado de una cinta de súper héroes sólida y apta para que todo el
público pase un excelente rato.
8.5
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