Fue a principios del año 2012 cuando
Disney-Pixar hacía oficial sus intenciones de producir una película inspirada
en la festividad mexicana del día de muertos, un proyecto que estaría a cargo
de uno de los directores insignia de la casa productora: Lee Unkrich. Las
opiniones por parte del público resultaron bastante divididas, sobre todo
cuando, a principios del 2013, Disney intentó patentar la festividad con el fin
de crear promocionales para la película y usarla para sus parques temáticos,
afortunadamente las negociaciones no procedieron.
Coco es la película número 19 de
Pixar. Cuenta la historia de Miguel, un niño mexicano de 12 años cuya familia,
debido a un desafortunado evento que involucra a su tatarabuelo, impide que siga
su sueño de ser un músico como lo fue su ídolo, Ernesto de la Cruz. Sus deseos
por mostrar su talento lo llevan al mundo de los muertos, donde se encontrará
con sus familiares fallecidos y descubrirá la verdad sobre ellos.
Una de las preocupaciones más grandes
sobre ésta película era el manejo del concepto y la festividad del día de
muertos. Como lo hemos visto en la historia reciente, Hollywood tiende a
americanizar todos sus productos con el fin de hacerlos mucho más atractivos
para su mercado local. Afortunadamente, Coco no peca de eso, se nota un previo
y muy completo estudio sobre cada elemento del festejo, respetando hasta el más
pequeño detalle.
En cuanto a estructura, la historia no
es novedosa, de hecho el guión sigue con la fórmula estándar de todas las
producciones de Dinsey. Pero su encanto está en la proximidad en la que
conocemos a los personajes, desarrollando primero sus emociones, relaciones y
anhelos antes de meterse a fondo con la trama. A diferencia de otras cintas, la
emotividad no se encuentra al final de la historia, sino que se va descubriendo
en cada uno de los actos, haciendo que la película sea emocionalmente poderosa
para el público.
Los personajes de Coco son instantáneamente
entrañables debido a que los guionistas supieron cómo tomar toda la identidad
mexicana y expresarla dentro de personalidades cotidianas pero popularmente
emblemáticas como lo son las abuelitas, los tíos e incluso las mascotas. Esto
es lo que hace, en gran medida, que el público pueda sentirse tan conectado con
esta historia.
La animación es particularmente
destacable entre todos los grandes trabajos de Pixar en años recientes, esto
debido al gran reto que implicaba la creación de un universo tan colorido como
lo es el mundo de los muertos, sumado a la cantidad tan variada de personajes y
contrastes entre cada uno de ellos, haciendo que se necesitaran técnicas
distintas para su creación.
Otro de los grandes fuertes de la
película es la música, tanto el tema principal como los tradicionales componen
una mezcla perfecta que representa de manera acertada la identidad de una
película basada en México. La música original compuesta por Michael Giacchino
es una palomita más a su exitosa carrera, entrega melodías muy significativas
que se conjugan muy bien con las situaciones vistas en pantalla y en ocasiones
juegan un papel importante en la tarea de hacer que al espectador se le deslice
una lágrima por su mejilla.
“Coco” es un clásico instantáneo por la
profundidad de su historia, el acertado desarrollo de personajes y su gran
emotividad, sin temor a equivocarme la catalogaría como la más conmovedora
desde Toy Story 3. Lo más importante es que es una película que viene a
rescatar una tradición que, en muchas partes de nuestro país, se ha visto
afectada por las costumbres extranjeras cercanas en fechas, resaltando los
verdaderos valores de la festividad y su importancia dentro de la cultura
mexicana.
10
No hay comentarios:
Publicar un comentario