Kingsman: El Círculo Dorado es la
segunda parte de la entretenidamente innovadora cinta del 2015 con el subtítulo
de El Servicio Secreto. El director, Matthew Vaughn, regresa al mando de un
elenco ridículamente de élite ya que, además del regreso de Colin Firth, Taron
Egerton y Mark Strong, se unen Julianne Moore, Halle Berry, Elton John,
Channing Tatum, Jeff Bridges y Pedro Pascal.
Como breve descripción de la historia:
los Kingsman ahora deben unirse a su contraparte americana, los Statesman,
luego de un ataque comandado por una líder de un poderoso imperio de drogas que
los dejó sin recurso alguno. Ambas agencias serán una misma para poder salvar
al mundo una vez más.
La película deja intacta la tonalidad
y estilo de la primera parte, busca siempre parecerse lo más posible a esta,
tanto que repiten secuencias que volvieron famosa la que vimos hace dos años.
Si vemos la película desde cierto punto de vista podemos darnos cuenta que la
historia es la misma, inclusive el villano es prácticamente lo mismo, también
su plan malvado es ridículamente parecido, pero ahora es mujer. Para
simplificar esto podríamos usar la siguiente comparación: El Servicio Secreto
es una hamburguesa de Rib Eye de un restaurante gourmet, bien buena, y El
Círculo Dorado es una hamburguesa del Carls Jr, esencialmente es lo mismo y
ambas son deliciosas pero no hay punto de comparación.
Cuando anunciaron la película con tan
gran cantidad de actores tan buenos, uno podría esperar que el estudio los
aproveche bien y hagan un gran trabajo con ellos. Pues en este caso no, la
mayoría de los actores son estúpidamente desaprovechados, por ejemplo: Halle
Berry es el típico personaje que sólo aparece para dar información a otros personajes
(y a nosotros), es totalmente expositora. Jeff Bridges es el típico líder de
agencia de espías que manda a misiones mientras se queda sin hacer nada en su
oficina (y también sale bien poquito). Julianne Moore es la villana más cliché
del año y tampoco hace la gran cosa. Channing Tatum es quizá lo que más me
molestó, sólo diré que me sorprendió la manera en la que lo desperdiciaron y
duele porque fue vendido con un personaje principal relevante, lástima. Del
otro lado de la moneda tenemos a Pedro Pascal, que si bien su personaje también
es muy cliché, su interpretación es increíble y es uno de los grandes aciertos
de la película. Lo mismo para Elton John quien fue, para mí, la mejor parte de
la cinta.
Volviendo a los actores que
regresaron: Egerton tiene una evolución interesante en su personaje, así como
en su actuación que es considerablemente mejor a la primera, mostrando la
madurez que ha adquirido en los últimos años. Mark Strong y Colin Firth son
garantía de buenas actuaciones y aquí no decepcionan para nada.
Retomando el tema de la historia, la
película tiene un argumento bastante simple pero exageradamente alargado.
Muchas subtramas innecesarias que no aportan nada a la película. Tiene un “Plottwist”
que se ve venir desde los títulos iniciales y que sólo hace más inútil la
presencia de Moore en la cinta. Fácilmente le sobran unos 40 minutos de metraje
ya que tiene algunos momentos aburridos que bajan el ritmo de la historia. Y
sí, la película se siente muy larga.
Las escenas de acción siguen el
protocolo que dejó la primera parte, tan exageradas que ignoran las mismas
leyes de la física. Acompañadas de un CGI que no se ve mal pero que deja mucho
que desear para una película de su presupuesto.
La música quizá es el único punto que
me convenció 100%, es muy buena y se acopla muy bien a lo que vemos en
pantalla. Además tiene algunas piezas que se escuchan bastante épicas.
Hasta ahora he hablado mayormente mal de la cinta, pero han de tomar en cuenta que hablo con la voz de un joven que
tenía esta película como una de sus más esperadas del año y se ha llevado una
decepción tremenda. Pero podría asegurar, con los ojos cerrados, que si tú eres
una persona que va al cine buscando entretenimiento, ésta película te lo va a
dar. Sí vale la pena porque es una fórmula que funciona, sin embargo no
representa un avance en la franquicia.
7
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