Fences
es una película dramática dirigida y protagonizada por Denzel Washington, es la
adaptación de la obra de teatro del mismo nombre escrita por August Wilson. El
reparto está completado por Viola Davis, Stephen Henderson, Russell Hornsby,
Jovan Adepo y Mykelti Williamson. Cabe destacar que tanto Washington como Davis
ya habían interpretado sus respectivos personajes años atrás en la obra
presentada en Broadway.
La
historia toma lugar en Pittsburgh durante los años 50 y relata las vivencias de
Troy Maxson (Denzel Washington), un ex beisbolista afroamericano, y su lucha
constante ante el choque de ideas generados con su esposa, Rose (Viola Davis) y
Cory (Jovan Adepo), su hijo.
El
elemento que le da valor a la película son las actuaciones. Denzel Washington
hace un trabajo brillante, llega a dar una representación perfecta de un
trabajador de la época ya que lo hace con una naturalidad impresionante. Todas
sus escenas son un deleite, especialmente en los pasajes dramáticos que es donde
toda su calidad actoral resplandece. Es un serio candidato al oscar.
Por
su parte, Viola Davis es la gran maestra detrás de esta cinta, desde su primera
línea se sabe que será la estrella y lo respalda cada minuto en pantalla con
una actuación soberbia, apoyada de un guión que la beneficia con los dos
discursos más sensiblemente impactantes dentro de la historia, no darle el
oscar sería un genuino robo.
Las
grandes actuaciones de los personajes principales eclipsan al resto, pero Jovan
Adepo hace un gran trabajo en gran parte de la película, sobre todo en las
escenas donde interactúa con Washington, realmente logran capturar la imagen de
padre e hijo y la química que hay entre ellos beneficia a un mejor impacto en
una de las escenas más importantes de la película.
La cinta
en realidad no es una adaptación de la obra teatral, sino más bien un salto del
escenario a la pantalla, respeta casi todo elemento de la obra sin haber ningún
indicio de adaptación. Existen varias características que llevan a evidenciar
esto pero son dos principales. Primero está en el hecho de que la película toma
lugar en sólo 3 locaciones y el 80% de la misma se desarrolla en el patio
trasero de la familia Maxson, lo cual es una característica muy teatral. Así
mismo, el trabajo de cámara se enfoca, en muchas ocasiones, en dar un plano
amplio, preocupándose por mostrar el escenario de cada escena más que en lo que
pasa en ella. Esto suele ser una tendencia de moda y que funciona en la mayoría
de los casos cuando no hay diálogos en la escena, pero en ésta película esas
tomas aparecen incluso cuando hay interacciones entre los personajes y que no
se les enfoque a ellos hace difícil entender del todo que está pasando.
Por
la razón de seguir tan al pie de la letra el guión teatral, la película pierde
la oportunidad de expandir la visión del público al entorno de la época y eso,
aunque beneficia al desarrollo de la historia principal, no da un contexto
claro al espectador, ya que este sólo se conoce por los diálogos entre personajes.
Además, el haber representado situaciones que transcurren durante la película
pero que sólo son relatadas dentro de la misma, hubiera dado un mejor dinamismo
a la cinta y un valor agregado que los que ya conocen la obra hubieran
disfrutado.
En
conclusión, Fences es una película muy bien actuada pero que deja mucho que
desear en la dirección. No es una cinta recomendada para todo público pero vale
la pena por el hecho de tener dos de las actuaciones mejor ejecutadas del año.
A pesar de que no tiene una trama clara y pueda ser catalogada como “lenta”,
resulta ser una historia bastante impactante que de cierto modo lleva a
reflexionar sobre el papel tanto del marido como la esposa dentro de un
matrimonio.
9.5
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