Desde que se anunció esta
película, las críticas y cuestionamientos sobre la necesidad de una nueva
versión de Ben-Hur no cedieron y es que desde hace más de 55 años que cada
nueva adaptación de esta popular historia escrita hace más de cien años parece
quedarse corta ante la obra maestra dirigida por William Wyler y protagonizada
por Charlton Heston en 1959.
Por esto motivo es que hoy
se habla de un fracaso taquillero y en crítica para esta película, parece que
todos son incapaces de olvidar por un rato a Heston y disfrutar de una
entretenida película que además de divertirnos y emocionarnos, es capaz de conmovernos
con un guión escrito de manera inteligente para mostrar esta maravillosa
historia a nuevas generaciones.
Ben-Hur es la millonésima (3ra
si consideramos sólo las estrenadas en cine internacional) adaptación de la
novela homónima escrita por Lewis Wallace, en esta ocasión la película está
dirigida por el kazajo-ruso Timur Bekmambetov y protagonizada por Jack Houston,
Morgan Freeman, Toby Kebbell y además cuenta con la actuación de Rodrigo Santoro
como Jesús de Nazaret.
La cinta se toma bastantes
libertades a comparación con la obra original, lo cual es normal ya que cuenta
con una limitada duración de dos horas. Se omiten personajes y escenas pero el
guión se enfoca mucho en reforzar de manera puntual el sentido de la historia facilitando
la claridad del mensaje de la venganza y el perdón para los espectadores.
Una de las principales virtudes
de esta película son las actuaciones, no son perfectas pero están a un nivel bastante
aceptable. Jack Houston hace un gran trabajo como Ben-Hur, logra realizar una
actuación buena respetando la esencia del personaje. Morgan Freeman interpretando
a Ilderim está al nivel que nos tiene acostumbrados y Toby Kebbell como Messala
haciendo un trabajo más que satisfactorio tomando en cuenta las carencias que
ha expuesto en sus más recientes trabajos.
Jesús de Nazaret tiene un
papel determinante en la historia, como ya es usual, con la novedad de que se
le da un tiempo importante en pantalla y podemos verlo interactuar directamente
con Ben-Hur. Dejando atrás las controversias de la raza de Rodrigo Santoro, este
hace un trabajo excelente interpretando a un personaje tan complejo como lo es el
mesías, todas sus escenas son grandiosas y exponen muy bien la naturaleza y
simbolismo del personaje, es uno de los grandes aciertos de esta película.
La escena más esperada, la
carrera de cuadrigas, cumple con las expectativas. Está muy bien
representada, se siente una tensión importante entre los personajes de Juda
Ben-Hur y Messala, es un homenaje completo a la secuencia que se pudo ver en
1959, misma que por mucho tiempo se ha considerado
patrimonio del cine. El homenaje es tal que muchas imágenes son exactas a las
de esa película. Visualmente tiene una mejora natural por los efectos
especiales y eso la hace más llamativa para el público contemporáneo.
Se podría decir que el único
aspecto que no disfruté de esta película es el trabajo de cámara: algunos
movimientos extraños, zooms completamente innecesarios y extremo abuso de Shaky
Cam, lo cual ocasiona que se pierda el seguimiento de la cinta por algunos segundos,
sobre todo en las secuencias de acción. Afortunadamente la película es lo
suficientemente buena como para sobrellevar este punto negativo.
En general Ben-Hur es una
película que cumple la tarea de transmitir una historia tan legendaria y
representativa dentro del cine a nuevas generaciones de una manera efectiva.
¿Es la mejor adaptación de la novela? Está lejos de serlo pero cuenta con los
argumentos necesarios para ser una buena película que todos podemos disfrutar
si dejamos a un lado las comparaciones.
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