Tomb Raider: Las Aventuras de Lara Croft Review

Tomb Raider es la nueva adaptación de la franquicia de videojuegos del mismo nombre, concretamente basada en el juego reboot de la serie lanzado en el año 2013. Está dirigida por el noruego Roar Uthaug y protagonizada por Alicia Vikander, Dominic West, Walton Goggins, Daniel Wu y Kristin Scott Thomas.

La película cuenta la historia de Lara Croft, una huérfana heredera de la multimillonaria compañía Croft,  pero no recibe ningún centavo de esta fortuna debido a que se niega a aceptar la muerte de su padre, quien la dejó hace siete años para realizar un trabajo fuera del país. Al encontrar una pista en un regalo de su padre, Lara se entera que se marchó a la isla de Yamatai donde está la tumba de la reina Himiko, la cual guarda un secreto que podría traer la destrucción de la raza humana.

El problema con la película es que está basada en un juego que ya tiene una historia muy buena, pero se toman muchas libertades con el fin de poder atraer más la atención de un público casual que nunca ha estado en contacto con la franquicia anteriormente. La cinta rescata un par de los elementos más importantes del videojuego y reescribe algunas cosas para hacer parecer la historia un poco más “realista” pero lamentablemente al final sólo se consigue una historia un tanto predecible y bastante cliché, haciendo que el producto final sólo sea una película de acción genérica. La adaptación íntegra de la historia del videojuego hubiera resultado algo mucho mejor.

La película está mal desde que inicia con una voz en off explicando todo lo que necesitamos saber de la historia antes de empezar, en lugar de mostrarlos los eventos tal y como pasaron. Es una técnica barata para ahorrar presupuesto, pero que es necesario evitar si se quiere impactar al espectador. Diálogos de exposición como este están constantemente presentes en la película.

Este tipo de películas regularmente son salvadas por la participación de un villano memorable. Desafortunadamente Mathias Vogel, interpretado por Walton Goggins, es un villano más plano que una tortilla, genérico como la cinta misma y, a pesar de que se busca mostrarlo como un cruel y despiadado adversario, al final nunca se logra presentar a un villano imponente.

Como la historia es distinta, Lara Croft también es distinta a su contra parte de los videojuegos, es un personaje con otro trasfondo, por lo cual posee una personalidad y mentalidad un tanto distinta. Alicia Vikander hace un buen trabajo interpretándola, la historia podrá no hacerle justicia al personaje, pero la actriz hace que la cinta se sobrelleve bien en la mayoría del tiempo. Las demás actuaciones son entre regulares y malas, todas consecuencia de un limitado manejo de personajes.

Dejando la negatividad a un lado, las escenas de acción son un buen acierto, especialmente las que se llevan a cabo durante el tercer acto, donde se muestran las secuencias que se realizan dentro de la tumba y que rinden un buen homenaje al videojuego. Además se combinan con un CGI bastante aceptable.

Esta nueva versión de Tomb Raider no es una película que recomendaría para los fans del videojuego por todas las libertades que se toman en la adaptación, pero si sólo se quiere disfrutar de una película entretenida y con buena cantidad de acción es una opción bastante buena para pasar el rato. 

6,5